El Karma es la energía que se crea en función de tus acciones, actitudes y en la forma en que observas y vives tu vida.
Tú puedes limpiar tu karma y convertirlo en energía positiva por medio de ciertos ajustes a tu cotidianidad.
Una forma de definir al karma es como la manera en que el universo te da lecciones y te mantiene en equliibrio. La vida no es un cúmulo de recompensas y de castigos, todo es consecuencia de nuestros actos. ¿Entonces, cómo podemos influir en dichas consecuencias?
En esencia tú puedes alterar tu karma la mayor parte del tiempo. Estas son cinco maneras de limpiar tu karma:
Agradece. Llena tu corazón con agradecimiento a todas las cosas buenas que te suceden y de esa forma abres la puerta a más cosas buenas. Con frecuencia escribe una lista de agradecimientos en la que puedes incluir decenas de cosas por las que hay que agradecer. Algunos ejemplos son: tu salud, tu casa, tu familia, tu mascota, tu trabajo, el nublado amanecer o la comodidad de las pantuflas que te regaló la persona a quien más amas. Escribe una lista diaria para mejores resultados y no repitas los agradecimientos del día anterior.
Actúa con amor. En las tiendas, ábrele la puerta a quiénes no conoces, deja que los autos pasen cuando necesitan dar vuelta frente a ti. Salpica el mundo con tus aleatorias acciones de bondad. Deja ir la ira y la negatividad pues éstas debilitan tus acciones y desgastan tu energía. Actúa como deseas que otros actúen: con gracia, con amor y relajados. Al ser el karma el resultado de tus acciones, recuerda que: lo que siembras, cosechas. Si puedes hallar el eslabón entre lo que te sucede y tus acciones, estarás más cerca de hallar muchas respuestas.
Revisa tus motivos. Para purificar tu karma, purifica tus intenciones. Pon atención en cada una de tus acciones. No te muevas con una agenda secreta pues las intenciones confusas no pasan inadvertidas. Tú eres consciente de tus decisiones mucho antes de que otros estén al tanto de ellas. Vive con una conciencia libre y llena de buenas intenciones.
Observa tu actitud. Es fácil estancarse en una mentalidad negativa. A veces algo no sale como deseas y de alguna forma permites que afecte tu día, tu semana, tu mes... toda tu vida. Deja que lo bueno de tu vida supere a eso que parece o que no es tan bueno y refléjalo en tu actitud. Omite de tu vocabulario palabras como no puedo, nunca, fracaso y similares. Observa lo que piensas y dices. Repite frecuentemente: "encontré el empleo de mis sueños" y verás que el universo te abrirá las puertas a oportunidades que se parecen mucho a tus deseos. Vive positivamente, con alegría y optimismo pues al final tus pensamientos siempre se convierten en tu realidad.
Perdona. No podemos estar libres de eventos desagradables. Tú decides si te quedas en ellos o avanzas. Perdonar no significa olvidar, no significa tampoco ser débil. Significa que has aprendido la lección. Significa que ahora eres más fuerte y más consciente. Significa que has tomado control de tu vida y has decidido ser feliz y sanarte de heridas. Dejar el pasado atrás puede significar dejar personas y circunstancias incluidas en ese pasado. Asegúrate de dejar atrás tu enojo, tu ira, pues no hay razón válida para seguir cargando ese equipaje.
¡Practica siempre estas cinco limpiezas y disfruta las consecuencias de la benevolencia kármica!
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