jueves, 16 de octubre de 2008

DEJA DE PENSAR EN EL FUTURO

DEJA DE PENSAR EN EL FUTURO.

Había un rey que amaba muchísimo a su burro. El animalito era cariñoso, dócil, educado. Solo le faltaba hablar.

Un día el rey emitió un decreto: Le daré lo que sea a aquel que le enseñe a hablar a mi burro. Todos los eruditos del reino se quebraron la cabeza y ninguno se atrevió a tomar tal encomienda.

Un sabio de otro reino se enteró del decreto y acudió a visitar al rey. - Yo haré hablar a tu burro - dijo - solamente dame 100,000 monedas de oro y cinco años para enseñarle a hablar. - Cuando traiga a tu burro en cinco años me darás otras 100,000 monedas. El rey de inmediato accedió gustoso.

Los eruditos preguntaron al sabio: - ¿Pero como te atreves a semejante tarea? - Si no cumples el rey te mandará ejecutar.

El sabio contestó: - Miren, en cinco años pueden pasar muchas cosas: puede que el rey ya haya muerto, que yo haya muerto, que el burro haya muerto y quien sabe, a lo mejor el burro aprende a hablar. La erudición es conocimiento y la sabiduría es conocimiento aplicado. ¿Cuantas veces hemos estropeado períodos enteros de nuestra vida creándonos un problema inútil? ... como lo hizo el rey. Mejor, aprendamos del sabio a ocuparnos del presente. A disfrutar del presente, a vivir el orden natural de la vida, a fluir.

Regresa cinco años atrás y revisa si en aquel momento esperabas tener lo que tienes hoy.

Cada vez que tu cabecita se llene de ideas de lo que puede pasar, recuerda la historia del burro. Por más "poder" que aparentemente tengas, hay muchas cosas que no están en tus manos y que no se pueden cambiar.

Esta frase se le atribuye al mítico Rey Arturo:

Ten la paciencia para aceptar las cosas que no puedes cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedes cambiar y sobre todo la sabiduría para distinguir unas de otras.