domingo, 24 de abril de 2011

DOSIS DE BIENESTAR

Aprovecha al máximo la próxima luna
Por miles de años la luna ha tenido cautivada a la humanidad. Para muchos la luna es un símbolo de todo lo que está más allá del mundo físico y de lo que podemos percibir con los cinco sentidos. Prácticamente todas las culturas han reverenciado a la luna. Para la cultura hindú es el momento ideal para iniciar nuevos proyectos o intenciones.
Los días precedentes a la luna nueva son los más poderosos para fijar intenciones, fijar propósitos. Cuando se presente la luna nueva tu energía se ve magnificada lo que aumenta las posibilidades de que tus propósitos se realicen. Es como plantar una semilla, así que no esperes resultados inmediatos. Como en una planta, los frutos no aparecerán sino hasta meses después de plantada la semilla.
 
Escribe tus intenciones
No es suficiente con solamente tener los deseos. Tienes que escribirlos para que exista evidencia de ellos en el mundo físico. El día de la luna nueva escribe tus intenciones, puedes escoger escribirlos en un diario específico o en una hoja de papel que mantengas guardada. Es importante que lo escribas de tu puño y letra, no que los teclees. En un documento virtual no contiene tu intención personal de manera física.
La luna no es un genio dentro de una botella.
Recuerda que estás estableciendo intenciones, no pidiendo 3 deseos. Esto significa que tienes que poner también de tu parte. Medita, mantente libre de pensamientos negativos, purifica tu cuerpo y mente, enfoca tu energía en tus intenciones. Al mismo tiempo sueña, vive la sensación de como serías si tus intenciones se cumplieran. También observa las oportunidades que el universo te pone enfrente. No te sientes y te quedes esperando a que lo que deseas te caiga del cielo a las manos.
Deseos vs intenciones
Cuando deseas que algo suceda, internamente ya has aceptado una derrota. Le estás diciendo al universo: No puedo hacer esto por mí, así que por favorcito, ¿Lo puedes hacer por mi?
Intentar significa que tú eres poderoso, increible y que tienes la habilidad de crear tu propia realidad. Cuando escribes tus intenciones asegúrate que uses verbos como intentar, planear, obtener, determinar. No uses verbos como desear o querer.
Piensa a la carta y no como en buffet
Al establecer tus intenciones enfócate en lo que necesitas más rápido. Si eres neófito en este tipo de rituales, comienza con cosas pequeñas. Desear la paz del mundo, es algo que no va a suceder en un ciclo lunar. Escoge tus intenciones sabiamente. Como principiante, escoge una sola intención. Por ejemplo; un nuevo empleo, conectarte con tus viejos amigos, crear un jardín en tu patio, encontrar alegría interna o un estado financiero más holgado. Si comienzas con una carta a Santa Claus, puedes estar seguro que casi nada te llegará. Si tienes 100 cosas en que enfocarte, tu energía se diluye entre esas 100 cosas. Pero si tienes una o dos, tu energía es como un rayo laser. Así que escoge sabiamente de tu menú de deseos uno o dos platillos.
Rodéate de alegría y luz.
Mantente alegre y libre de estrés en los días posteriores a la luna nueva. Si algo negativo te sucede, no te preocupes, es parte de la vida y la vida te ayudará a resolverlo. Todos tenemos altibajos, pero en este período no permitas moverte a su ritmo. Es un momento ideal para ser indulgente contigo, da un paseo, mira una película divertida, haz cosas que le den luz a tu corazón.
Disfruta de la energía femenina de la luna.
La luna es esencialmente energía femenina, es perfecta para iniciar nuevos proyectos. Aquellos que aprovechan su energía pueden conectarse con su propia intuición, ponerse en contacto con su misión de vida, dejar que las emociones florezcan y expresarse creativamente. Si eres hombre, lo mismo aplica, conéctate con esa parte creativa escondida que te provee de energía constante.
 
Cinco pasos simples para un ritual de luna nueva
1.- Unos días antes de la luna nueva, mantén tu mente y cuerpo puros. Evita los pensamientos negativos, deja de escuchar o transmitir chismes. Evita la comida rápida y si te es posible asiste a una clase de yoga o de meditación. Durante estos días ve definiendo tus intenciones
2.- El día de la luna nueva sal a un lugar donde te sientas conectado con la naturaleza. La luna es un elemento de la naturaleza. Si te es posible busca un lugar cerca del agua y enciende una vela. Puede ser una fuente. Así estás rodeado de los 5 elementos: fuego, agua, aire, tierra y éter. El éter es el elemento vacío. Para que el éter se haga presente, sencillamente quédate en silencio y sin pensamientos por un momento.
3.- Una vez que sientas los 5 elementos presentes, concéntrate en tu respiración hasta que estés en calma
4.- Una vez calmado, toma tu diario de intenciones o tu hoja con tus intenciones. No importa si tus intenciones han sido simples como: “Cuidaré de mis plantas o mantendré mi habitación ordenada”.
5.- Cuando termines de leer tus intenciones, cierra con una afirmación como: Tendré éxito en mis intenciones pues siempre tengo éxito en lo que me propongo.
 
Artículo traducido y adaptado de www.finerminds.com

lunes, 18 de abril de 2011

Diversas maneras de encontrar, mantener y compartir la felicidad.

Leía un artículo en inglés de Megan Mcdounogh sobre la felicidad y una de sus recomendaciones para ser feliz es:

Braille your World.

Es imposible traducir esta frase. Se refiere a Louis Braille el inventor del sistema que se usa para publicar libros para invidentes. Para Megan, esto significa, no te quedes con lo que ves. Toca, explora, expande tus sentidos y tus posibilidades cotidianas. Y sobre todo date cuenta que no todo en la vida será siempre bueno o positivo. Está atento  a todas las cosas que suceden a tu alrededor sin poner juicios y verás que si tu día de hoy parece malo o aburrido, es cuestión de decisión personal hacerlo bueno e intenso.

Me di cuenta que cuando dejo de tener expectativas en lo que hago, todo fluye y siempre fluye para bien. Y comprendí la gran oportunidad y honor que tengo de que tú leas lo que escribo o traduzco. Espero que te sea de utilidad y sobre todas las cosas me siento agradecido con esta oportunidad de estar cerca de ti y de recordar que ser feliz es una cuestión de decisión personal. 

Diversas maneras de encontrar, mantener y  compartir la felicidad. 
 
El Dalai Lama dice que todos tenemos una aspiración común: todos queremos ser felices; nadie quiere sufrir. Este deseo universal nos mantiene unidos. En algún momento nos damos cuenta que no importa que tan grande es nuestro cheque semanal, no importa cuántos títulos tengamos, no importa qué tan bonita es nuestra casa y qué tan blanca es la cerca que la rodea. Nada de esto asegura la felicidad.

¿Qué es lo que trae la felicidad ante cualquier circunstancia?
El Poeta Sufi Rumi nos dio una clave cuando dijo: “Trabaja tan duro en el mundo invisible como lo haces en el visible”. El mundo invisible está dentro de ti y es donde reside la verdadera felicidad.

Aquí hay unas sugerencias para trabajar en el mundo invisible:

Mira de cerca que es lo que causa que la felicidad no perdure. Comprar un nuevo suéter te hace sentirte bien por un momento, pero si lo miras más de cerca, tarde o temprano las cosas nuevas pierden su encanto, se vuelven viejas y mundanas. Refuerza en tu mente el hecho que la felicidad no es el resultado de acumular bienes.

Saborea el momento. Cuando un niño te da a un abrazo, vive la experiencia plenamente, está pendiente de cada detalle. Haz lo mismo en esa aburrida junta que te tiene al borde de quedarte dormido. Como dice el escritor Leo Buscaglia, “Braille your world”, lo que significa toca, explora y date cuenta de todo lo que hay en el presente. Poner plena conciencia en cada acto no significa que todo será siempre bueno, significa que estás atento de cómo son las cosas sin poner juicios.

Expande tu conciencia. Busca nuevas perspectivas retando a tus propias creencias.


Expande tus horizontes preguntándote: Qué pasaría si…

Juega con la vida, entre el trabajo, la familia y la compra de comida, encuentra el tiempo para jugar. “Olvida” pasar por la tienda por la leche y ve que sucede, cómo lo resuelves.

Practica la gratitud. Enfoca tu mente en todo lo que ya tienes, relega el sentimiento de necesitar más y dale su dimensión justa.

Sigue el camino del “sí”. Cuando la vida te pone algo enfrente, tómalo. Es mejor que darte de golpes en la cabeza contra la pared posteriormente.

Toma tiempo para reflexionar. Desde niños nos han preguntado: ¿Qué quieres ser cuando crezcas? Una mejor pregunta es: ¿Cómo quiero ser cuando crezca?

Vive tus valores. Después de reflexionar en tus valores personales, incúlcalos en tus acciones cotidianas. Sigue el consejo de Nietzche, “la vida es demasiado corta para aburrirnos de nosotros mismos”. Date el permiso de probar algo diferente sin obsesionarte en el resultado.

Escucha. Quita a tu mente de tus propios problemas, permitiendo escuchar a las necesidades de otros.

Mantente en el presente. Como ha dicho innumerables veces el monje Thich Nhat Hahn: cuando laves los platos, solamente lava los platos. Un hábito mental es ensayar lo que nos depara el futuro o recordar una y otra vez los eventos pasados. Este momento está en donde lo vives.

Sonríe. Es una forma sencilla de cambiar tu paisaje interior y de conectarte con otros.

Ten presente que la vida es finita. No hay garantía que estarás aquí mañana.

Tu vida es preciosa. Vívela plenamente. La felicidad está aquí, en este momento. George Bernard Shaw dijo: “la vida no es encontrarte a ti mismo, la vida es crearte a ti mismo”. Recuerda que no hay una fórmula mágica para “hallar” la felicidad; ésta se crea a través de ti.

Observa tu respiración. No es difícil observar cómo entra y sale el aire en nuestro cuerpo y además tiene un efecto poderoso. Úsalo para reenfocarte del frenético mundo externo hacia una actitud de atención plena.

Regala. Ya sea que regales tu tiempo, tu dinero, tu conocimiento, compartir transforma la mente.

Tu camino hacia la felicidad es solamente tuyo. Thomas Merton, monje católico, dijo: buscar a Dios es como buscar un camino en un campo cubierto de nieve; si no hay camino y tú no estás buscando uno, lo que haces es caminar sobre el campo y creas uno propio. Y es lo mismo con la felicidad, tú creas tu propia ruta.

Toma el viaje culposo. Sal una noche y diviértete con una amistad. Hallarás que a tu pareja no le pasó nada por quedarse un rato a solas.

Pasa un tiempo en la naturaleza. Sal del mundo cubierto de luces y dividido en cubículos. Camina en los bosques, o por lo menos por una planta en tu oficina.

Ve a dormir temprano. Nunca subestimes el poder de un buen sueño.

Un proverbio polinesio dice acerca del estado de la humanidad: Estamos parados en una ballena y pescando pececitos. Lo que estás buscando – lo que todos estamos buscando – está muy cerca. La felicidad es la ballena debajo de tus pies.

Texto original. Megan McDonough. 
Adaptado y traducido por Pedro A. Hernández