viernes, 27 de abril de 2012

Las locas aventuras de la primera bicicleta que llegó a Chiapas

LOS CRONISTAS Y SUS APORTACIONES

Don Daniel Malpica merece inaugurar el Salón de la Fama, que han propuesto los cronistas deportivos y colegas periodistas de Chiapas. De la dinastía de los Malpica del puerto de Veracruz, los dueños del periódico más viejo de México "El Dictamen". Don Danielito es pionero del ciclismo en estas latitudes sureñas. Allá en el puerto jarocho inició su carrera ciclista en 1892. Se entusiasmó con los avances técnicos que habían logrado Michaux, Sivrac, Ader, Sargent y Thompson en eso de la cadena, los pedales y el cuadro, sin faltar la rueda de metal de Michelin y Meyer. La primera bicicleta que rodó tierras chiapanecas fue una de marca Aurora con llantas de hierro y luego de hule simple.

Don Daniel y el cubano Orlando Fernández fueron los primeros en tripular un 16 de diciembre de 1894 ante la algarabía de los tuxtlecos y el susto de toda la perrada del Puente Madariaga y lo que es el Parque Madero. Pepe Aguilera, Isaac Narváez y su hermano Enrique, Adán Cano y Rómulo Farrera fueron los primeros atrevidos en tripular una bicicleta. Se forma el primer Club de Ciclistas y ponen de mascota a los niños Juan Zorrilla y Cuauhtémoc Maldonado. Doña Cholita (Soledad) Trujillo es la primera mujer en mostrar la pierna en este rudo ejercicio. Las beatas se hincan y las muchachas gritaban de emoción. ¿Mostrar las piernas en esa época? ¡Santo Dios! En 1896 y sabedores por el bendito telégrafo de que Pierre de Coubertín, el papá de los Juegos Olímpicos, había incluido el ciclismo entre las competencias de la Olimpiada de Atenas, Grecia, el jefe político de Tuxtla Antonio Rancé promueve la construcción del primer velódromo chiapaneco que traza el inolvidable Juan Lobato, el mejor deportista chiapaneco de todos los tiempos.

Se hace una carrera formal y hay abrazos y discretos besitos de mejilla. Animadísimos los fenicios, perdón, los comerciantes Eduardo Sánchez y Ciro Farrera inundan el mercado de bicicletas. Llega la "Cleveland" y luego la "Columbia", la "Challenger" y la "Crescent". El 5 de mayo de 1897 llega a Jovel (San Cristóbal de Las Casas) este aparato. El señor Malpica con puro sprint de montañas se echa la ruta Tuxtla-San Cristóbal en 12 horas por un pequeño accidente: chocó contra un carruaje del gobernador Francisco León. Sólo eso. Entra por el Puente Blanco y empiezan los gritos, los ladridos de la "chuchada" y los ayes de dolor de las beatas del Santo Sepulcro. Era el progreso que venía a San Cristóbal. El jovenzuelo Daniel Malpica hace una gira por todo el estado y contagia a los muchachos por el deporte de los pedales. En esta ciudad nuestros primeros ciclistas son los señores Domingo Paniagua y Francisco Pineda Esponda; en Comitán, Olinto Domínguez y Matías Castellanos, papá del exgobernador general Absalón Castellanos Domínguez; en Chiapa de Corzo, Raúl Marina Flores; en Cintalapa, Héctor Serrano y en Ocozocoautla, Héctor Burguete. En Tuxtla los que ya mencioné líneas arriba. A partir de 1908 la vida es más sabrosa con la bicicleta. No hay fiesta de barrio o de pueblo en la que no haya carreras ciclistas. Lindas madrinas y premios y copas. Se habla de la ruta de 200 kilómetros y la de equipos contrarreloj, de la persecución individual, de kilómetro contrarreloj, persecución por equipos, velocidad pura y carrera individual por puntos. Dondequiera se abren casas de alquiler de bicicletas. La de aquí de San Cristóbal es la don Lico Paniagua. La más famosa. El hijo de don Lico, Argentino Paniagua, realiza una proeza ciclista el 17 de enero de 1930: recorre 80 kilómetros en dos horas 10 minutos. Y luego se va a Tuxtla y Terán con su manager el famosísimo Hermilo Domínguez, que es la admiración de Chiapas con su potente bicicleta "La Mundial" como la que usan ahora los italianos y alemanes y soviéticos que quieren batir el récord de la hora contrarreloj.

La bendita bicicleta nos ayuda cuando sufrimos nuestra primera crisis petrolera, marzo de 1938. Cárdenas expropia el petróleo y los gringos y demás peleles no nos compran nada del oro negro. Baja el petróleo a 8 y 6 centavos el litro. Los árabes ni sabían que tenían petróleo bajo el desierto. Tenemos ríos de petróleo propio, pero nadie compra. Escasean eso sí el lubricante "Aguilol", el "Huastecóleo", la "Insectina", el "Motoceite Huasteca". Los gringos, ingleses de Jorge VI, Su Majestad Imperial y los holandeses nos castigan con una devaluación. Se derrumba el peso de $3.60 por dólar en abril de ese año, llega en diciembre a $4.85. Los bancos ya no quieren prestarnos. Igualito que ahora. Empieza nuestra deudita y sigue la bicicleta. Don Victórico Reynosa Grajales organiza las carreras Tuxtla-México en los años 30. Se hacen en los 40. Otra vez. En 1959 la Primera Vuelta al Centro de Chiapas. El diario "Esto" otorga el Premio "Challenger" y el gobierno del estado da un premio en efectivo. Luego Juanito Sabines organiza la Vuelta a Chiapas, que ya no se ha llevado a cabo. El ciclismo es parte de nuestra historia. Hermosa historia la de la bicicleta y futuro espléndido para todos los ciclistas de hoy y mañana. Nuestros ases coletos felices. Siempre deben estarlo. Saludos a Tono Flores, a sus pequeños hijos, a don Dimas, a Paco Rosales y a todos los ciclistas del estado. ¡Éxitos hoy y siempre!

MANUEL BURGUETE ESTRADA
LOS CRONISTAS Y SUS APORTACIONES

El Heraldo de Chiapas
27 de abril de 2012



miércoles, 11 de abril de 2012

¿ERES PATO O AGUILA? - FABULA SOBRE SERVICIO

Fábula sobre servicio

Recibí por correo electrónico un relato sobre cultura de servicio sobre un taxista, que me gustaría compartir por esta vía, y que, como toda fábula, pretende dejarnos un mensaje de utilidad, que a mi gusto aplica perfecto para nuestras queridas Pymes. Se llama “Eres Pato o Águila”:

Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.

Le alcanzó un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer. Mientras pongo su maleta en el porta equipaje me gustaría que lea mi Misión.

Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable”

Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!

Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado”. Rodrigo bromeando le dijo: “No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo una hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”. Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”

Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”

Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio” Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenía el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual sería la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones. …

“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?”

Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos  años. Mis primeros cinco años manejando los gaste la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja de quejarte. Se diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.

“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Miré alrededor a los otros taxis y sus chóferes… los taxis estaban sucios, los choferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.

“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo. “Si, seguro que sí”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique. Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”.

Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.

Posiblemente haya contado esta historia a más de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.

Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:
El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un servidor público, “político”, ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima de los otros?

Por Abraham Heifman
CNNEXPANSION
Publicado a las 10:57 am Martes, 10 de abril de 2012
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