jueves, 13 de marzo de 2014

LO QUE JAMAS REGRESA EN LA VIDA

TRES COSAS QUE JAMAS REGRESAN EN LA VIDA:

Las palabras

El tiempo

Las oportunidades


Al leer el pensamiento anterior, seguramente vienen a nuestra mente ideas de la manera en que las palabras, el tiempo o las oportunidades se van y no regresan.

Quizás estemos pensando en las palabras que quisimos decirle a alguien y nos contuvimos o el tiempo que perdimos ociosamente cuando eramos jóvenes o las oportunidades que dejamos pasar y de las que ahora nos arrepentimos.


Esta es otra perspectiva de este contexto:

Las Palabras.

Decir palabras inadecuadas destruyen nuestras relaciones de amor o de confianza.

Hablar mal de otros o decir a otros cosas de manera inconsciente, son formas de soltar palabras que nunca regresarán. Es como romper la envoltura de una almohada y dejar que las plumas que la rellenan vuelen con el viento. Jamás podremos recuperarlas.

Es preferible contenerse a "pecar de honestidad" sobre lo que se piensa. Hoy pensamos y decimos algo, de lo que mañana quizás hayamos cambiado de opinión.


El tiempo.

El tiempo es nuestro recurso más valioso. El tiempo es una energía finita, cada vez que invertimos tiempo en algo, éste nunca volverá. Antes de invertir nuestro tiempo en cualquier cosa analicemos si dicha inversión contribuye a nuestra misión de vida, a lo que vinimos a contribuir a este mundo.

Las oportunidades.

Si hoy tenemos la oportunidad de descansar, de pensar, de dormir. Aprovechémosla. Un trabajo bien pagado no es una oportunidad si no contribuye a nuestra misión de vida.

Que nadie nos diga qué hacer con nuestras oportunidades. Cuando alguien nos dice, ésta es una gran oportunidad para algo, en realidad nos está diciendo, mira cómo te uso para cumplir mis objetivos y planes. Nuevamente cada oportunidad que tomemos tiene que alinearse con nuestra misión de vida.

Sentémonos un rato a solas y analicemos cómo usar nuestras palabras, nuestro tiempo y nuestras oportunidades para que nuestra inversión contribuya a nuestro desarrollo espiritual.

SANAR VERDADERAMENTE

SANAR NO SIGNIFICA QUE EL DAÑO NUNCA EXISTIÓ. SANAR SIGNIFICA QUE EL DAÑO YA NO CONTROLA NUESTRA VIDA.

Si eres de las personas que piensan que:

· Nunca volverás a amar sin condiciones.

· Nunca podrás confiar nuevamente en esa persona que te mintió alguna vez.

· Nunca habrá suficiente reivindicación para el daño que históricamente se hizo a un grupo o minoría.

· Siempre hay motivos ocultos en los demás cuando aparentemente te quieren ayudar.

Entonces el daño sigue controlando tu vida y por supuesto que no has permitido que sane esa herida.


En otras palabras, no estás buscando a quién te la hizo, sino quién te la pague, pero en este caso eres tú.