FOTOGALERIA DE MONTAÑA "EL AGUACERO"

El más gallo de los gallos y rey de la montaña, no confía ni en su sombra. Símbolo de valor, de fuerza, resistencia y astucia. Solamente comparable con un ciclista de montaña.

Ahora muy tranquilo y confiado, muy seguro de si mismo y no hay quién le haga sombra.

Para las Reynas del ciclismo de montaña, por su loca aventura, valor y formidable desempeño.

Esperando para partir.

Poniendo a punto músculos y articulaciones. La travesía es larga, pero muy divertida.

Previo a la partida, intercambiando impresiones y tomando acuerdos.

Arribando al primer punto de reagrupamiento.

Iniciando la aventura.

Checando y verificando los últimos detalles, nada debe faltar, aunque no siempre es así.

El estado de las bicicletas debe estar en excelentes condiciones mecánicas, generalmente eso lo sabemos muy bien, pero sobre todo las mujeres, quienes cuidan el mínimo detalle.

Previniendo posibles lesiones por falta de un calentamiento oportuno de músculos y articulaciones.

Reagrupándose en el punto acordado previamente.

Sin mayores contratiempos se cumplió con la primera etapa del trayecto.

La segunda etapa no será menos difícil que la primera, aunque la carga de trabajo pesará más.

Comentando y discutiendo algunas estrategias para el resto del viaje.

Sobre un tramo muy tranquilo, disfrutando el momento.

En el segundo punto de reagrupamiento. Nadie tiene el mínimo asomo de cansancio o aburrimiento, no hay tiempo para ello.

Estas expresiones de satisfacción perduraron durante todo el viaje.  Es uno de los tantos milagros de este deporte, cansados pero contentos.

Tomando algunos acuerdos con la escudería.

A continuar con el viaje bajo un sol abrazador.

En otro momento de intercambio con la escudería, quien, dentro de otras tareas, está la de regresar las bicicletas al punto de origen.

Tomando un respiro en este solitario paraje.

Recobrando algunas energías perdidas a través de los alimentos, que no se pueden lograr y disfrutar mejor en un ambiente como este.

El cansancio cobró su primera víctima, aunque solamente fue momentáneo, ya que continuó hasta el final.

La oportunidad de conversar fue muy bien aprovechada, seguramente no es difícil adivinar el tema en cuestión.

Ultimo desvío hacia el "Aguacero". Un pequeño tramo de pavimento que nos aligeró las piernas.

Esperando a que se incorporen los demás compañeros para lograr en esta última etapa, un recorrido en un grupo más compacto.

Dejando atrás este tramo de pavimento, para continuar sobre un suelo de terrecería que nos conducirá a nuestro destino final.

En esta etapa del recorrido, en cierta manera ya ansías llegar cuanto antes a la meta, que aunque aún lejos, se pedaléa con más energía y motivación.

La mayoría logrando su mejor esfuerzo, es evidente la diversidad de condiciones, finalmente la motivación fue la triunfadora.

Este es el vehículo en el que regresarán las bicicletas.

La hora del regreso aún está lejos, el día aún es largo y queda aún por disfrutar la benevolencia de la naturaleza en su máxima expresión. 

Las chicas demostraron que la igualdad de género es una realidad, ninguna de ellas se quejó ni solicitó la ayuda de nadie sobre cuestiones que no pudieran solucionar ellas. Demostraron valor y enteresa.

Prestos a cumplir con la última etapa de este extraordinario recorrido, cobijados por la naturaleza y un sol esplendoroso que iluminó nuestro paso y reveló la belleza oculta de las sombras.

De incógnito y solitario.

Rodolfo, verificando que su bicicleta esté debidamente asegurada al transportador. Estarán de acuerdo que para un apasionado ciclista, no hay mayor tesoro que su bici.

Todo mundo cuidando el menor detalle para que las bicicletas lleguen con bien a su destino.

Estos son gajes del oficio, a cualquiera le puede pasar.

Su mayor atención centrada en las bicicletas, de momento es lo más importante, nada menos que nos condujeron sin mayores contratiempos hasta este enigmático, bello y exuberante lugar.

Para cumplir con esta tarea, todos a la vez es imposible. Uno a la vez dicta la norma.

Finalmente, frente a frente con el "Aguacero".

El primer paso es observar abiertamente el lugar, por el momento no se requiere cuidar los detalles.

Un ligero vistazo al enigmático e imponente Cañón.

Acercándonos un poco más a su existencia e intimidad.

Ya en posibilidad de percatarnos de la magnitud e importancia de este lugar, es inevitable prescindir de su benevolencia y acogimiento.

Por fin en los cimientos del Cañón, humedecidos por tranquilas y ralas aguas, que recorren río abajo a todo lo largo del desfiladero.

La misma imagen, pero en diferente perspectiva. Ya se puede apreciar una pequeña cascada.

 POSANDO EN UNO DE LOS 720 ESCALONES

Setecientos veinte escalones conforman la escalinata hasta el cimiento del Cañón. Después de siete horas de pedaleó casi constante, nos dispusimos a bajar.

Pareciera que aún no estamos plenamente convencidos de realizar el descenso. El que mucho lo piensa, pocas ganas tiene de irse, reza el refrán.

No hay prisa, la recreación está en todo lo que da.

Tu brisa no me deja verte a plenitud, pero adivinaré tus formas.

Tu imagen la llevaré siempre, no necesito volver para sentirte, pero sí, para oír tus cantos y arrullos.

Con mi piel humedecida con tu brisa y mis ojos absortos en tu imagen, camino con paciente lentitud por tus entrañas, sin percatarme de tu magnificencia, solamente absorbiendo tu belleza hasta la médula de mis cansados huesos.

Inigualables contrastes de formas, aromas y colores, llenan dentro de mí, ese espacio medio vacío de todo esto que he dejado pasar desapercibido y que es como una herida que se duele y lamenta por algo que se perdió permanentemente.

Recobrar la dignidad y darle su verdadero valor a toda la existencia.

Recuperar la conciencia es cosa de niños. Cuando se tiene la claridad de todo lo que existe y sucede a nuestro alrededor, es que podemos actuar con valor, defender con honor lo que como seres humanos nos pertenece, reconocer que formamos parte de un todo y que no somos independientes, asumir nuestra responsabilidad y adoptar una actitud que nos permita llegar a nuestros objetivos; con todo ello, es probable que recobremos la estabilidad de nuestro pequeño universo.

Rendir honores a la Madre Tierra por su benevolencia y su perdón.

Su origen es lo que por hoy menos importa, la impresión de estar aquí ahora, marcará para siempre mi existencia, y seguramente orientará mis pasos al sendero desconocido.

Otra forma de ver la vida y al Mundo. El romanticismo es como un sueño, pero esto es la realidad, y no quiero decir con ello que menosprecio el romanticismo, de lo contrario no estaría en este lugar y no estaría diciendo lo que he dicho.

El milagro de la luz y las sombras en contraste con las caprichosas formas. Pero el verdadero valor, son las fuerzas vivas de la naturaleza que pueden infiltrar los mas duros y hostiles pensamientos y sentimientos.

 ¡NADA COMPARABLE CON LA FICCION Y  LA IMAGINACION!

¡¡¡¡¡¡EL AGUACERO EN CHIAPAS!!!!!!

Aguas vivas que me hacen vibrar, humectando con su brisa mis ojos para no llorar, pero si para admirar y soñar.

El agua en pertinaz movimiento, en efímero contacto con los demás elementos de la naturaleza, creando el milagro de la vida, que no es más que la vida misma.

El encuentro con nuestra propia naturaleza. Asumimos esto, como nuestro propio derecho inalienable de pertenencia, pero no asumimos la obligación de respeto y responsabilidad, de tal forma que sea recíproco con lo que recibimos.

Un milagro de la creación a nuestro alcance.

Construir o destruir, podría ser un dilema, pero tratándose de la Naturaleza, decididamente no debería existir como tal, con nuestra actitud decidimos que clase de vida deseamos, y con nuestro esfuerzo y participación creamos y logramos.

Venturosos los que aquí están , rodeados de los elementos que conforman la vida, realimentándonos de ellos para retornar en el principio de una nueva vida generosamente enriquecida. 

Libero mi energía y saludo al Mundo con singular alegría.

Un pequeño fragmento de este desfiladero milenario, que desnudo, nos muestra su esencia y su historia, pulcro, aparentemente infranqueable e indestructible. Un zopilote en las alturas, rodea en círculos este colosal montículo.

Unido inseparablemente a su esencia. Custodiado por la flora y la fauna, que de algún modo le da sentido a su existencia.

Magnífico y hermoso contraste de un día soleado, transcurre sin cambios en la pasiva existencia de este lugar denominado "El Aguacero".