Fundación
Este municipio se integró, primeramente, con habitantes del grupo lingüístico Tzeltal. |
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Escudo de Teopisca En la parte superior se encuentra un listón de color naranja, con la leyenda “año de 1997, municipio de Teopisca”, abajo se observa un grabado (bajo relieve), que representa a un rey de la cultura Kerem que significa pequeño, descendiente de los mayas, el cual se copió de un jarrón que tiene a los costados unos grabados bajo relieve en ambos lados, mismo que existe como vestigio de la cultura Kerem que se asentó en el cerro Pelón, lugar donde fue encontrado. Del bajo relieve se puede apreciar: al centro un rey con un penacho que representa lengüetas de fuego y corrientes de aire, a la espalda del personaje se observa una descripción numérica (jeroglíficos), en la parte inferior una mazorca de maíz, siguiendo a la derecha, un esqueleto de pescado y un venado con una serpiente bajo sus patas. Este bajo relieve, cuenta así mismo con dos columnas, la columna de la izquierda muestra tres jeroglíficos y tres figuras representativas de animales, en la de la derecha una planta como enredadera. En el lado superior izquierdo se enmarcan tres cerros importantes que son el “Cerro Pelón”, “Juna Kerem” y “el Chiapas”, según cuenta la leyenda, estos cerros encierran algo místico que consiste en un fenómeno visual parecido a una bola de fuego que parte del cerro Juna-Kerem, hacia los otros dos cerros, esto se puede observar principalmente en el mes de diciembre. Sobre el lado superior derecho, apreciamos la presidencia municipal, con un tipo de construcción colonial que data de hace mas de 90 años, en la parte superior del edificio se puede observar una campana que únicamente la hacen repicar en la celebración de las fiestas patrias, cada 15 de septiembre. Y por ultimo, se aprecia en la parte inferior, una mano izquierda, que representa la fuerza de trabajo de la población teopisquense, en la cual se pueden ver tres granos de maíz. |
Panorámica correspondiente a la parte central del pueblo, tomada desde el cerro de la Santa Cruz, en el barrio del Ojo de Agua. |
Esta vista corresponde a la parte norte de la población, pueden observarse el "Cerro Pelón" y la carretera que conduce a San Cristóbal de las Casas, Chiapas. |
El sur de la Ciudad, salida hacia la ciudad de Comitán de Domínguez, por la carretera Panamericana. |
La primera mención que se tiene de este pueblo es de 1586 por fray Alonso Ponce que pasó por este asentamiento, camino a Guatemala. La Villa de Teopisca tuvo una influencia española muy importante, por lo que su población actual es mestiza.
Afines del siglo XVIII y a comienzos del XIX, la Corona española emprendió una afanosa empresa educativa en la Capitanía General de Guatemala, específicamente en la atrasada intendencia de Ciudad Real de Chiapas, orientada a fundar establecimientos escolares para enseñar las primeras letras, en particular en los pueblos indios, y que se proponía beneficiar también a los habitantes de los barrios indígenas en la propia Ciudad Real.
En cumplimiento de la Instrucción, y con el deseo de aliviar la miseria de los habitantes del pueblo de Teopisca, el obispo Francisco Javier de Olivares y Benito estableció en la localidad, en 1781, una escuela de enseñanza de hilados y tejidos, con sendos telares, dirigida a las jóvenes alumnas que previamente habían aprendido el castellano en la Doctrina. Al parecer la iniciativa tuvo éxito, pues acudían hasta cuarenta niñas indígenas para aprender a tejer, hilar y coser bajo la asesoría de dos maestras ladinas (mestizas) y un maestro de telas de la tierra.
Segun el censo de población del año 2010, Teopisca cuenta con 37604 habitantes, de los cuales, 18238 son hombres y 19366 son mujeres; la población por kilómetro cuadrado es de: 132.7 habitantes y el total de viviendas habitadas es de 7938.
Afines del siglo XVIII y a comienzos del XIX, la Corona española emprendió una afanosa empresa educativa en la Capitanía General de Guatemala, específicamente en la atrasada intendencia de Ciudad Real de Chiapas, orientada a fundar establecimientos escolares para enseñar las primeras letras, en particular en los pueblos indios, y que se proponía beneficiar también a los habitantes de los barrios indígenas en la propia Ciudad Real.
En cumplimiento de la Instrucción, y con el deseo de aliviar la miseria de los habitantes del pueblo de Teopisca, el obispo Francisco Javier de Olivares y Benito estableció en la localidad, en 1781, una escuela de enseñanza de hilados y tejidos, con sendos telares, dirigida a las jóvenes alumnas que previamente habían aprendido el castellano en la Doctrina. Al parecer la iniciativa tuvo éxito, pues acudían hasta cuarenta niñas indígenas para aprender a tejer, hilar y coser bajo la asesoría de dos maestras ladinas (mestizas) y un maestro de telas de la tierra.
Segun el censo de población del año 2010, Teopisca cuenta con 37604 habitantes, de los cuales, 18238 son hombres y 19366 son mujeres; la población por kilómetro cuadrado es de: 132.7 habitantes y el total de viviendas habitadas es de 7938.
Toponimia
Teopisca, en sus raíces Griegas significa: Teo (Dios) pisque (cosecha) "Dios de la Cosecha ".
Teopisca, en lengua náhuatl significa "Casa del señor rojo".
Ubicación
Gastronomía
Dentro de sus tradicionales comidas, se encuentran: la cecina de res, carne salada, palmitos, embutidos y dulces, como el caramelo de miel y turrones. Así también, bebidas típicas como son: el ponche, atoles de maíz y el pozol blanco.
Galería histórica
Profr. Rosauro Navarro López, en labores del campo.- Teopisca, Chiapas, México. |
Profr. Rosauro Navarro López, de excursión con maestros y alumnos de la Misión Cultural.- San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. |
Enero de 1963.- En el recreo, estudiantes de la Escuela Primaria Federal "Valentín Gómez Farías", en Teopisca, Chiapas, México. (Hoy Auditorio Municipal). |
Placa conmemorativa en honor al músico-poeta, Jorge Zúñiga Bermúdez. Se localiza en el parque central de la ciudad de Teopisca, Chiapas. |
Imagen actual (2011) del Palacio de Gobierno Municipal de Teopisca, Chiapas, México. |
Otra perspectiva del Palacio de Gobierno Municipal de Teopisca, Chiapas, México |
Otra perspectiva del Parque Central de la ciudad de Teopisca, Chiapas. |
Camino que conduce a la Cueva.- Precisamente en este lugar, podemos ver una hermosa panorámica que domina la Tierra Caliente. |
Entrada a la gruta, tiene una altura de aproximadamente 20 metros, es fácil de localizar. |
Otra vista del interior de la gruta. |
Lápida con el epitafio original, en el que nos muestra el nombre del residente y la fecha de su partida. (puedes hacer clic en la imagen para verla con mayor detalle). |
Vida silvestre a la orilla de esta hermosa laguna. |
Tranquilidad absoluta, una realidad de ensueño, accesible para que la puedas disfrutar en todo tiempo, nos pertenece a todos, presérvala siempre limpia. |
A este verde montículo, se le conoce como el "Cerro del Tecolote", o Piedra del Tecolote", que puedes apreciar en la cúspide; se localiza aproximadamente a un kilómetro del centro de la ciudad, a un lado del camino que conduce al panteón y a la Cueva. Conjuntamente con otro montículo que se encuentra más hacia el norte, denominado "Cerro Pelón", están llenos de leyendas, misterios y tradiciones que vale la pena no pasar inadvertidos. Cuando realices tu visita, definitivamente matarás cuatro pájaros de un solo tiro: 1) Cerro del Tecolote, 2) El Panteón, 3) La Laguna y 4) La Cueva. De paso y te da el tiempo, puedes subir al fascinante Cerro Pelón.
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De las cosas que no quisiésemos ver y mucho menos que sucedan, esto es la contaminación de nuestro medio ambiente. Lo que en un tiempo fue nuestro orgullo, por el que corrían aguas ágiles y cristalinas, ahora son el reflejo de nuestra ignorancia y del poco amor hacia nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestra naturaleza. Este pequeño río lo hemos convertido en nuestra vergüenza, en nuestro padecimiento, en nuestra carga de conciencia, siendo clara evidencia de nuestra falta de sentido común, de nuestra ignominia e irreverencia. Es nuestra responsabilidad el bienestar de nuestro planeta, si la madre tierra nos grita ¡escuchémosla!.
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Produce una inmensa tristeza
Pensar que la naturaleza habla
Mientras el género humano
No la escucha.-
Víctor Hugo
La tierra ama nuestras pisadas y ama nuestras manos.- Joaquín Araujo |
INVITACION:
QUISIERA SER PARA TI