martes, 11 de enero de 2011

EL PERDON

El perdón es un atributo de los valientes

La ira es un ácido que puede
hacer más daño a la vasija que la contiene
que a cualquier otra cosa donde sea vertida. 

Mahatma Gandhi

Gandhi también dijo: "el débil nunca puede perdonar; el perdón  es un atributo de los valientes. Todos hemos estado cerca de personas que afirman que "nunca van a perdonar" y exhiben esta insignia con mucho honor. Lo que en realidad  se revela es su debilidad e inseguridad. Perdonar a alguien que te ha lastimado requiere de mucho valor. Exige humildad, vulnerabilidad y fortaleza de carácter.

La mayoría pensamos que el perdón es una idea excelente... hasta que somos encarados con la oportunidad de perdonar  a alguien. Entonces descubrimos que es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Reflexiona en que el perdón es una decisión sagrada. Es sagrada porque exige de un gran sacrificio de parte de la persona que perdona.  Recuerda que sacrificio viene de "sacro" y  de "oficio", en otras palabras es un trabajo u ocupación  sagrada.  Cuando alguien te perdona, él o ella asumen las consecuencias que están acompañadas de la herida y el dolor de lo que tú le hiciste. Perdonar es un gran acto espiritual.

Para mejor comprensión de lo dicho, valga la anégdota siguiente:  este era un gimnasio que también tenía un área de entrenamiento en box. El gimnasio estaba en un barrio popular donde asistían jóvenes que deseaban destacar como boxeadores profesionales.  En una ocasión llevaron a entrenar por primera vez a un adolescente que  decían que tenía potencial pues era muy peleonero. Le pusieron los guantes y lo enfrentaron con uno de los chicos con algo de experiencia.  Comenzó la clásica táctica de reconocimiento donde los boxeadores brincan y recorren el ring.  El chico con más experiencia propinó dos golpes certeros al novato quien de inmediato se encendió. Cuando este último trataba de atacar el chico con más experiencia, éste  lo esquivaba y lo golpeaba de nuevo.  El chico nuevo,  lleno de ira se arrancó los guantes y se fue a puño limpio sobre el otro. De inmediato los entrenadores corrieron a detenerlo sin poder disimular las risas que les causó su ridícula  actitud. Para mí, fue  una gran  lección acerca de la ceguera que produce la ira.  

Los boxeadores profesionales pueden recibir un golpe, sacudirse y regresar de inmediato a la pelea. ¿Qué los capacita  para mantenerse ecuánimes? El perdón.  Los verdaderos boxeadores no sólo saben cómo perdonar, también ven el perdón como una decisión unilateral.  Perdonan al adversario por golpearlos y se perdonan a ellos mismos por su descuido.  El perdón casi instantáneo es una estrategia para limpiar sus mentes de los pensamientos negativos.   No los beneficia en nada llevar algún coraje o resentimiento a cuestas ni siquiera por un instante pues esto los drena emocionalmente, los ciega y los distrae de su objetivo que en ese momento es ser mejores que su rival. 

Ahora piensa:  ¿Qué vas a hacer la próxima vez que alguien te tire y te aseste  un golpe? ¿Te vas a llenar de ira y vas a tratar de regresárselo? O lo vas a  dejar  pasar y vas a ejercer tu  libre decisión de perdonar. Cada sesenta segundos que desperdicies en sentimientos de ira, son un momento de paz y  de alegría que nunca podrás recuperar. 

Namasté
Pedro A. Hernández  
Director de Formación Profesional

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