jueves, 6 de octubre de 2011

DISCURSO DE STEVE JOBS EN STANFORD

Steve, antes que un tecnólogo fue un gran ser humano.  Es muy lamentable, que algunos de nosotros lleguemos a conocer a personajes de la talla de Steve, hasta que estos han muerto. Vale la pena que te tomes 14 minutos por la memoria de Steve para mirar el siguiente video. Este es  un discurso que pronunció en 2005 en la graduación de los alumnos de la Universidad de Stanford. 

En el video platica tres historias:  1 Una historia sobre cómo conectar los puntos, 2 Una historia sobre el amor y la pérdida, 3 Una historia sobre la muerte

Ser el mas rico del cementerio no es lo que más me importa ... Acostarme por la noche y pensar que he hecho algo genial, eso es lo que mas me importa" Steve Jobs 


lunes, 3 de octubre de 2011

DIEZ SECRETOS PARA UN AMOR ABUNDANTE

Osho dijo, "la persona que vive orientada hacia el amor, es alguien que no le teme al futuro, que no teme a quien tiene a su lado, que se abre, que se expone, que se brinda... Que no le teme al resultado ni a las consecuencias". 


Primero de diez secretos para un amor abundante. 
por Adam Jackson
Primera entrega

El poder del pensamiento. El amor comienza con el pensamiento. Nos convertimos en lo que pensamos. Los pensamientos amorosos crean experiencias y relaciones amorosas. Las actitudes sinceras y positivas cambian nuestras creencias, sentimientos y pensamientos acerca de nosotros mismos y de los demás. Si quieres amar a alguien, debes tener en cuenta sus necesidades y deseos. Pensar en tu pareja ideal te ayudará a reconocerla cuando entre en tu vida. Pero todo empieza con uno mismo; aprende a amarte cada día, a ser feliz en la soledad, a cuidarte. Cuando estés seguro, cuando te sientas lleno de cualidades positivas, podrás compartirlas con la persona que amas, nunca antes.

Segundo de diez secretos para un amor abundante.
Segunda entrega
El poder del respeto. No puedes amar a nadie a menos que antes lo respetes. La primera persona que merece tu respeto eres tú. Para recuperar el respeto por ti mismo hazte la pregunta: ¿qué respeto en mí?. Para respetar a los demás, incluso a las personas que te desagradan, pregúntate: ¿qué respeto de ellos?. Recuerda que las personas que te desagradan reflejan cosas inconscientes de ti que te desagradan. Por tanto, no trates de cambiar a nadie, cámbiate a ti mismo. Un proverbio chino, dice: antes de salir a salvar el mundo dale tres vueltas a tu propia casa.

Tercero de diez secretos para un amor abundante.
Tercera entrega
El poder de la entrega. Si deseas recibir amor, ¡todo lo que tienes que hacer es darlo!. Cuanto más amor brindes, más recibirás. Amor es entrega voluntaria e incondicional. Practica al azar actos de bondad. Cuando te comprometas a una relación, no te preguntes por lo que la otra persona te puede dar, sino por lo que tú puedes aportarle a ella. La fórmula secreta de una relación amorosa, sana, feliz y duradera es centrarse siempre en lo que puedes ofrecer en vez de en lo que puedes sacar. Como dijo el maestro Jesús: ama a tu prójimo como a ti mismo. Ese mensaje, y no otro, es lo que nos hace ser verdaderos cristianos, ser verdaderas personas y vivir una auténtica vida. ¡Qué no te engañe nadie el amor no tiene precio!

Cuarto de diez secretos para un amor abundante
Cuarta entrega
El poder de la amistad. Para encontrar un amor verdadero, primero debes encontrar un verdadero amigo. El amor no consiste en mirar a los ojos del otro, sino en mirar juntos en la misma dirección. Amar de verdad es aceptar a alguien por lo que es y no por lo que tiene o por su aspecto físico. La amistad es la tierra en la que la semilla del amor crece. Si deseas recoger amor en una relación, primero debes sembrar amistad.

Quinto de diez secretos para un amor abundante
Quinta entrega
El poder del contacto físico. El contacto físico modifica una de las expresiones más poderosas del amor que existe, destruye barreras y crea vínculos entre la gente. El contacto físico altera nuestro estado corporal y emocional y nos hace más receptivos al amor; cuando la intimidad crece, podemos ahondar en nuestra pareja. El contacto físico nos ayuda a que el cuerpo sane, y enternece el corazón. Cuando abres tus brazos, estás abriendo tu corazón, te estás abriendo a la vida. El sexo sólo es verdadero, gratificante y sincero cuando el amor es completo.

Sexto de diez secretos para un amor abundante
Sexta entrega
El poder del desprendimiento. Si amas algo déjalo libre, no seas posesivo. Si vuelve es tuyo; si no lo hace, nunca lo fue. Incluso dentro de una relación amorosa, la persona necesita su propio espacio. Si queremos aprender a amar, primero debemos aprender a vivir en soledad, debemos aprender a perdonar, a sanar nuestras heridas, a soltar los sufrimientos del pasado. Cada relación es única. Cada nueva relación te recrea, te hace una persona distinta al abrirte a un mundo nuevo, el otro. Por tanto, no encadenes tu presente a tu pasado. Amar significa desprendernos de nuestros prejuicios, apegos, del ego y de los condicionamientos. Hoy dejo atrás todos mis miedos, el pasado ya no tiene poder sobre mí; hoy es el comienzo de una nueva vida. Como dice el Tantra: cada día debemos aprender a morir y a renacer.


Septimo de diez secretos para un amor abundante
Septima entrega
El poder de la comunicación. Cuando aprendemos a comunicarnos abiertamente y con sinceridad, la vida cambia. Amar a una persona es establecer un canal de comunicación directa con ella. Deja que las personas que amas sepan que las amas, que las aprecias. No tengas miedo de pronunciar las palabras mágicas: te amo. No dejes pasar la oportunidad de halagar a alguien. Despídete de la gente siempre con palabras cariñosas: puede que sea la última vez que veas a esa persona. Incluso, cuando haya cosas de quien amas que no te gusten, házselo saber, no reprimas nada, no hagas de un grano de arena una montaña, pero díselo con cariño y consideración, busca las palabras adecuadas que no hieran, sino que ayuden a rectificar los errores y a mejorar. Hazlo siempre con amor, pues el amor transforma, el odio destruye lo que amas y la culpabilidad te autodestruye. Si estuvieras a punto de morir y pudieras llamar a alguien, ¿a quién llamarías?, ¿qué le dirías? ¿A qué esperas para hacerlo?.
Octavo de diez secretos para un amor abundante
Octava entrega
El poder del compromiso. Si deseas amor en abundancia, debes establecer el compromiso de lograrlo; un compromiso que se reflejará en tus acciones y en tus pensamientos. El compromiso es la verdadera prueba de que el amor está presente. No planees ni calcules, no evalúes, no busques resultados, no te pongas a salvo. Si quieres tener una relación con amor, debes comprometerte a crear la relación que quieres. Cuando estamos realmente comprometidos, abandonar nunca es la opción. El compromiso distingue una relación frágil de una sólida. Pero el compromiso no es firmar papeles, el verdadero compromiso es tener claro que el amor que no se alimenta cada día, se pierde cada día; igual que una flor que no riegas a diario se marchita y muere.

Noveno de diez secretos para un amor abundante
Novena entrega
El poder de la pasión. La pasión es la llama que enciende el amor y lo mantiene vivo. Una pasión duradera no procede exclusivamente de la atracción física, sino que se origina en un profundo conocimiento, en el compromiso decidido y valiente, en un entusiasmo inquebrantable, en el interés sincero y en la entrega incondicional, en la fascinación por la otra persona... La pasión se reaviva recreando experiencias en las que existe pasión. La espontaneidad y las sorpresas crean pasión. El amor y la felicidad comparten la misma esencia; todo lo que necesitamos hacer es vivir cada día con pasión. La pasión se vive cuando vivimos el instante. No te disperses, permanece aquí, sólo eso, y actúa plenamente.

Décimo secreto para un amor abundante
Décima entrega
El poder de la confianza. La confianza es esencial para establecer una relación con amor. Si un miembro de la pareja está cegado por la sospecha, la ansiedad y el temor, el otro se sentirá atrapado y emocionalmente ahogado. No puedes amar totalmente a menos que confíes. Actúa como si el amor nunca fuera a terminar. Una manera de saber si esa persona es la adecuada para ti es preguntándote: ¿confío plenamente y sin reservas? Si la respuesta es negativa, medita con cuidado antes de comprometerte más, algo está fallando...

sábado, 1 de octubre de 2011

GUILLERMO PRIETO


GUILLERMO PRIETO (1818-1897)

A través de su obra, el pueblo mexicano palpita y se descubre. Plasmó en su obra las penas y las ilusiones de sus hermanos.

"Yo soy quien, vagando, cuentos fingía y ecos del pueblo, que recogía, torné en cantares, porque era el pueblo humilde toda una ciencia. Y era escudo en mis luchas con la indigencia y en mis pesares."

Cantando las epopeyas nacionales creó la poesía heroica mexicana, brindando así, al pueblo, el conocimiento de su verdadero valor.

Manteniendo siempre firme la bandera del liberalismo, permaneció al lado de Benito Juárez, sin flaquear.

El romanticismo de Guillermo Prieto radica en la forma más que en el contenido.

Guillermo Prieto, nace en la ciudad de México en 1818. Bajo la tutela de Andrés Quintana Roo consigue una plaza en la Aduana de México e inicia sus estudios en el Colegio de San Juan de Letrán. Publica algunos poemas en el Calendario de Galván y se inicia como redactor del Diario Oficial siendo presidente Anastasio Bustamante. Publica una sección de crítica teatral: Los Lunes de Fidel (su seudónimo, en el periódico El Siglo XIX). Colabora en El Monitor Republicano y funda con Ignacio Ramírez la publicación satírica Don Simplicio. Es diputado del partido liberal en 15 ocasiones incluyendo la del Congreso Constituyente de 1857 donde representa al estado de Puebla. Se desempeña como Ministro de Hacienda con los presidentes Arista, Bustamante y Juárez. De profundas convicciones liberales defiende el Plan de Ayutla. Autor prolífico escribe poesía, teatro y prosa, la característica común de su obra es el empeño por destacar el costumbrismo y el folclor nacionales. Es cofundador de la Academia de Letrán. Sus obras poéticas más importantes son Musa Callejera (1883) y Romancero Nacional. Su pasión política se pone de manifiesto en las crónicas costumbristas Memorias de mis Tiempos, obra que abarca de 1828 a 1853. Se desempeña como maestro de Historia Patria y de Economía Política en el Colegio Militar. Gran figura por su honradez y patriotismo, muere en Tacubaya a los 79 años de edad.

Benito Juárez, prisionero en Guadalajara por Antonio Landa, salva la vida por la elocuencia de Guillermo Prieto (Marzo 14 de 1858).

Aprehendido el presidente Benito Juárez y los miembros de su gabinete el día anterior en la ciudad de Guadalajara, irrumpen en el Palacio de Gobierno -donde se les tenía, el teniente Filomeno Bravo y veinticinco de sus soldados, quienes llevan el firme propósito de fusilarlos a todos.


“¡Alto, los valientes no asesinan!... sois unos valientes, los valientes no asesinan, sois mexicanos, éste es el representante de la ley y de la patria”. Entonces, los soldados sin aguardar otra orden echaron sus armas al hombro y se quedaron impasibles.


El propio Guillermo Prieto escribiría después sobre el suceso:


"Los rostros feroces de los soldados, su ademán, la conmoción misma, lo que yo amaba a Juárez... yo no sé... se apoderó de mi algo de vértigo o de cosa de que no me puedo dar cuenta ... Rápido como el pensamiento, tomé al señor Juárez de la ropa, lo puse a mi espalda, lo cubrí con mi cuerpo ... abrí mis brazos ... y ahogando la voz de "fuego" que tronaba en aquel instante, grité: "¡Levanten esas armas!, ¡levanten esas armas!, ¡los valientes no asesinan ... !" y hablé, hablé, yo no sé qué hablaba en mí que me ponía alto y poderoso, y veía, entre una nube de sangre, pequeño todo lo que me rodeaba; sentía que lo subyugaba, que desbarataba el peligro, que lo tenía a mis pies... Repito que yo hablaba, y no puedo darme cuenta de lo que dije... a medida que mi voz sonaba, la actitud de los soldados cambiaba... un viejo de barbas canas que tenía al frente, y con quien me encaré diciéndole: "¿Quieren sangre? ¡Bébanse la mía...!" alzó el fusil... los otros hicieron lo mismo... Entonces vitoreé a Jalisco.


Los soldados lloraban protestando que no nos matarían y así se retiraron como por encanto... Bravo se pone de nuestro lado.


Juárez se abrazó de mí... mis compañeros me rodeaban llamándome su salvador y salvador de la Reforma... Mi corazón estalló en una tempestad de lágrimas."


Sobre su discurso, Justo Sierra señalaría: “era el efecto, casi físico de aquella voz musical, comunicadora como ninguna de emoción, que estaba hecha para penetrar en el corazón del pueblo, de donde salían aquellos hombres”.


Para los liberales del siglo XIX, el primer dogma no era el ejercicio del poder sino la limitación del poder. Habían nacido de espaldas al pasado monárquico y habían sufrido el caudillismo santanista, por eso buscaron constituir la división de poderes y las más plenas libertades cívicas y políticas. Su única religión pública (en privado muchos eran católicos) era la Ley y el Derecho, que escribían con mayúsculas. Cuando en 1865 Juárez torció el Derecho y la Ley para reelegirse y asumir lo que Rabasa llamó su “dictadura democrática”, su amigo Guillermo Prieto –que le había salvado la vida– escribe:


Juárez era la exaltación de la Ley, porque su fuerza era el Derecho [...] ¿Qué queda de todo eso? [...] ¿A quién acatamos? ¿Varía de esencia que ayer se llamara Santa Anna [...] y que hoy se llame Juárez el suicida? Supongamos que Juárez era necesario, excelso, heroico, inmaculado en el poder, ¿lo era por él o por sus títulos? [...] Me asusta contemplar a Juárez revolucionario [...] ¿Tú te figuras revolucionario a Juárez? ¿Te figuras lo que habré sufrido?

Como se ve, los liberales usaban la palabra “revolución” como una ruptura del delicado y frágil orden constitucional que habían dado a México. La única legitimidad posible para acceder al poder era la de la ley y los votos. De romperla, todo el entramado institucional se vendría abajo. Y se vino abajo, en efecto, con la irrupción de un popularísimo caudillo, Porfirio Díaz.

    EL ROMANCE DE LA MIGAJITA

    
"¡Détente, que está rendida,
eh, contente, no la mates!"
     Y aunque la gente gritaba
y corría como el aire,
cuando quiso ya no pudo,
aunque quiso llegó tarde,
que estaba la Migajita
revolcándose en su sangre. . .
     Sus largas trenzas en tierra,
con la muerte al abrazarse,
la miramos de rodillas
ante el hombre, suplicante;
pero él le dio tres metidas
y una al sesgo de remache.
     De sus labios de claveles
salen dolientes los ayes,
se ven entre sus pestañas,
los ojos al apagarse. . .
     Y el Ronco está como piedra
y entre los sicofantes,
que lo atan codo con codo
para llevarlo a la cárcel.
  ***
     "Ve al hospital, Migajita,
vete con los platicantes,
y atente a la Virgen pura
para que tu alma se salve.
     ¡Probe casa sin tus brazos!
¡Probecita de tu madre!
     ¿Y quién te lo hubiera dicho?
Tan preciosa como un ángel,
con tu rebozo de seda,
con tus sartas de corales,
con tus zapatos de raso,
que ibas llenando la calle,
como guardando tus gracias,
porque no se derramasen.

     “El celo es punta de rabia,
el celo alcanzó matarte,
que es veneno que hace furias
las más finas voluntades.”

Esto dijo con conciencia
una siñora ya grande
que vido del peapa al pepe
cómo pasó todo el lance.

     Y yendo y viniendo días
la Migajita preciosa
fue retoñando en San Pablo;
pero la infelice era otra;
está como pan de cera,
el aigre la desmorona,
se le pintan las costillas,
se alevanta con congoja;
sólo de sus lindos ojos
llamas de repente brotan.
               ***            
     "Muerto. . .¡dése!" A la ventana
la probe herida se asoma,
y vio que llevan difunto,
por otra mano alevosa,
a su Ronco que idolatra,
que fue su amor y su gloria.
     Olvida que está baldada
y de sus penas se olvida,
y corre como una loca
y al muerto se precipita,
y aulla de dolor la triste
llenándolo de caricias.
     "Madre, mi madre, le dice,
-que su madre la seguía -
vendan mis aretes de oro,
mis trastes de loza fina,
mis dos rebozos de seda,
y el rebozo de bolita;
vendan mis tumbagas de oro,
y de coral la soguilla,
y mis arracadas grandes,
guarnecidas con perlitas;
vendan la cama de fierro,
y el ropero y las camisas,
y entierren con lujo a este hombre
porque era el bien de mi vida;
que lo entierren con mi almohada
con su funda de estopilla,
que pienso que su cabeza
con el palo se lastima.
     “Que le ardan cirios de cera,
cuatro, todos de a seis libras;
que le pongan muchas flores,
que le digan muchas misas,
mientras que me arranco el alma
para hacerle compañía.
     “Tú, ampáralo con tu sombra,
sálvalo, Virgen María:
que si en esta positura
me puso, lo merecía;
no porque le diera causa,
porque era suya mi vida. . .”

Y dando mil alaridos
la infelice Migajita,
se arrancaba los cabellos,
y aullando se retorcía.
     De pronto los gritos cesan,
de pronto se quedó fija:
se acercan los practicantes,
la encuentran sin vida y fría,
y el silencio se distiende
convirtiendo en noche el día.

En el panteón de Dolores,
lejos, en la última fila,
entre unas cruces de palo
nuevas o medio podridas,
hay una cruz levantada
de pulida cantería,
y en ella el nombre del Ronco,
"Arizpe José Marías",
y al pie, en un montón de tierra,
medio cubierto de ortigas,
sin que lo sospeche nadie
reposa la Migajita,
flor del barrio de la Palma
y envidia de las catrinas.

Bibliografía:
Albun de Oro de la Poesía Mexicana
Editores Mexicanos Unidos, S. A.