miércoles, 21 de septiembre de 2011

TEOPISCA, CHIAPAS Y MEXICO "QUISIERAN SER PARA TI"

Fundación         

Este municipio se integró, primeramente, con habitantes del grupo lingüístico Tzeltal.




Escudo de Teopisca


En la parte superior se encuentra un listón de color naranja, con la leyenda “año de 1997, municipio de Teopisca”, abajo se observa un grabado (bajo relieve), que representa a un rey de la cultura Kerem que significa pequeño, descendiente de los mayas, el cual se copió de un jarrón que tiene a los costados unos grabados bajo relieve en ambos lados, mismo que existe como vestigio de la cultura Kerem que se asentó en el cerro Pelón, lugar donde fue encontrado. Del bajo relieve se puede apreciar: al centro un rey con un penacho que representa lengüetas de fuego y corrientes de aire, a la espalda del personaje se observa una descripción numérica (jeroglíficos), en la parte inferior una mazorca de maíz, siguiendo a la derecha, un esqueleto de pescado y un venado con una serpiente bajo sus patas. Este bajo relieve, cuenta así mismo con dos columnas, la columna de la izquierda muestra tres jeroglíficos y tres figuras representativas de animales, en la de la derecha una planta como enredadera.


En el lado superior izquierdo se enmarcan tres cerros importantes que son el “Cerro Pelón”, “Juna Kerem” y “el Chiapas”, según cuenta la leyenda, estos cerros encierran algo místico que consiste en un fenómeno visual parecido a una bola de fuego que parte del cerro Juna-Kerem, hacia los otros dos cerros, esto se puede observar principalmente en el mes de diciembre. Sobre el lado superior derecho, apreciamos la presidencia municipal, con un tipo de construcción colonial que data de hace mas de 90 años, en la parte superior del edificio se puede observar una campana que únicamente la hacen repicar en la celebración de las fiestas patrias, cada 15 de septiembre. Y por ultimo, se aprecia en la parte inferior, una mano izquierda, que representa la fuerza de trabajo de la población teopisquense, en la cual se pueden ver tres granos de maíz.


Panorámica correspondiente a  la parte central del pueblo, tomada desde el cerro de la Santa Cruz, en el barrio del Ojo de Agua.

Esta vista corresponde a la parte norte de la población, pueden observarse el "Cerro Pelón" y la carretera que conduce a San  Cristóbal de las Casas, Chiapas.

El sur de la Ciudad, salida hacia la ciudad de Comitán de Domínguez, por la carretera Panamericana.


Teopisca, fue fundada en los picachos de Mispia y Chenecultie; anteriormente era llamada Ostuta, más tarde, sus habitantes tuvieron que abandonar este lugar a causa de una epidemia que diezmó a la población, emigrando al norte a poblar una nueva área, a la que le pusieron por nombre Teopisque. Fue fundada por 15 familias descendientes de Españoles; emigraron debido a una plaga de hormigas gigantes, que destruían sus hogares y atacaban a sus hijos, de esto tiene aproximadamente 400 años.

La primera mención que se tiene de este pueblo es de 1586 por fray Alonso Ponce que pasó por este asentamiento, camino a Guatemala. La Villa de Teopisca tuvo una influencia española muy importante, por lo que su población actual es mestiza.
Afines del siglo XVIII y a comienzos del XIX, la Corona española emprendió una afanosa empresa educativa en la Capitanía General de Guatemala, específicamente en la atrasada intendencia de Ciudad Real de Chiapas, orientada a fundar establecimientos escolares para enseñar las primeras letras, en particular en los pueblos indios, y que se proponía beneficiar también a los habitantes de los barrios indígenas en la propia Ciudad Real.

En cumplimiento de la Instrucción, y con el deseo de aliviar la miseria de los habitantes del pueblo de Teopisca, el obispo Francisco Javier de Olivares y Benito estableció en la localidad, en 1781, una escuela de enseñanza de hilados y tejidos, con sendos telares, dirigida a las jóvenes alumnas que previamente habían aprendido el castellano en la Doctrina. Al parecer la iniciativa tuvo éxito, pues acudían hasta cuarenta niñas indígenas para aprender a tejer, hilar y coser bajo la asesoría de dos maestras ladinas (mestizas) y un maestro de telas de la tierra.

Segun el censo de población del año 2010, Teopisca cuenta con 37604 habitantes, de los cuales, 18238 son hombres y 19366 son mujeres; la población por kilómetro cuadrado es de: 132.7 habitantes y el total de viviendas habitadas es de 7938.

Toponimia

Teopisca, en sus raíces Griegas significa: Teo (Dios) pisque (cosecha) "Dios de la Cosecha".
Teopisca, en lengua náhuatl significa "Casa del señor rojo".


Ubicación


El municipio, limita al norte con San Cristóbal de Las Casas, al este con Huixtán y Amatenango del Valle, al sur con Venustiano Carranza y al oeste con Totolapa. Las coordenadas de la cabecera municipal son: 16° 32' 22 de latitud norte y 92° 28' 25 de longitud oeste y se ubica a una altitud de 1,800 metros sobre el nivel del mar.


Gastronomía


Dentro de sus tradicionales comidas, se encuentran: la cecina de res, carne salada, palmitos, embutidos y dulces, como el caramelo de miel y turrones. Así también, bebidas típicas como son: el ponche, atoles de maíz y el pozol blanco.



Alimento milenario a base de maíz.- Tradicionalmente es blanco, o sea, natural, el de la imagen muestra este color porque está complementado con cacao. No querrás perder la oportunidad de degustar esta refrescante y nutritiva bebida.



Galería histórica

Paseo cívico del 16 de septiembre de 1932, parada de estudiantes, personal docente, políticos y funcionarios municipales frente al Palacio de Gobierno Municipal de Teopisca.

Reseña Histórica de Teopisca



Parte de la población de Teopisca, reunida para solidarizarce en la solución de los problemas de interés público, que a través del tiempo y sumados a otros actos similares, han contribuido a la edificación de un pueblo progresista de históricas tradiciones.
16 de septiembre de 1932.- Políticos, representantes del Gobierno Municipal y personal docente de la Escuela Rural Federal "Valentín Gómez Farías", de Teopisca, Chiapas, celebrando la independencia de México.

Galería de personajes destacados
 
13 de octubre de 1927.- A la derecha, Profesor Rosauro Navarro López, para entonces, maestro de la Misión Cultural en Chiapas, México. Originario de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, nació el 29 de octubre de 1891 y falleció el 23 de diciembre de 1973.

 
En la parte central, Profesor Rosauro Navarro López y a la derecha, profesor Manuel Castillo, próceres de la educación en Teopisca, Chiapas, México. En esa época, Maestros de la Escuela Rural Federal "Valentín Gómez Farías", quienes se esmeraron en transmitir a sus alumnos, independientemente de los conocimientos meramente educativos programados, los valores universales del ser humano, determinantes en el resultado de una educación integral. Pero, ¿donde quedó esa educación integral? Me pregunto esto, porque, el fruto de sus enseñanzas y sus consecuencias no son congruentes con la realidad actual en la que se refleja una actitud ajena a las enseñanzas recibidas, tales como, la preservación de la vida en todas sus formas, así como el amor y respeto a nuestro entorno y a nuestros semejantes. ¿Es probable, que dicha educación quedó reducida en el contexto individual de quienes la recibieron directamente y no la transmitieron a sus descendientes de manera eficaz?, o ¿Faltó capacidad para su comprensión?  ¿O fue insuficiente el esfuerzo de sus promotores? Lo que si sé, es que es tiempo de retomar dichos valores y redireccionar el barco en el rumbo correcto.
Profr. Rosauro Navarro López, en labores del campo.- Teopisca, Chiapas, México.

Profr. Rosauro Navarro López, de excursión con maestros y alumnos de la Misión Cultural.- San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

Enero de 1963.- Maestras de la Escuela Primaria Federal "Valentín Gómez Farías", en la ciudad de Teopisca, Chiapas, México, en plena faena en la hortaliza de la escuela. De izquierda a derecha, la maestra Blanquita, la que sigue lamento no identificarla, enseguida, la maestra Florinda y por último la maestra Isabel de Urbina (Maestra Chabela).



Enero de 1963.- En el recreo, estudiantes de la Escuela Primaria Federal "Valentín Gómez Farías", en Teopisca, Chiapas, México. (Hoy Auditorio Municipal).
(1917 – 1955).
Nacido en Teopisca, Chiapas, Jorge Zúñiga Bermúdez fue un trovador romántico, compositor y poeta entregado a cantar a los más bellos sentimientos del ser humano. Al principio se inclinó por la guitarra; más tarde habría de encontrarse con el instrumento en el que matiza su música y poesía: la marimba. Realizó diferentes giras al interior de la República Mexicana y fuera de ésta, pues fue invitado a Laredo, Texas a representar la música chiapaneca a través de este maravilloso instrumento: la marimba.
Mario Arturo Zúñiga Bermúdez nació en el año de 1941, en Teopisca, Chiapas, México, abogado de profesión, pero, sobre todo, un excelente músico, aprendió a tocar la marimba con su hermano Jorge desde los ocho años de edad.  Mario es el director de la marimba-orquesta “quisiera ser para ti”, es el mismo nombre de una canción que escribió su hermano, fundó el grupo cuando tenía 45 años de edad. (video de la canción al final de la página con Los Dabky's)
Placa conmemorativa en honor al músico-poeta, Jorge Zúñiga Bermúdez. Se localiza en el parque central de la ciudad de Teopisca, Chiapas.

Doña Mechita Domínguez, ícono del mejor pan de Teopisca, una larga tradición en la elaboración del pan "chiquito" o de fiesta, como bautizos y primeras comuniones, así como el pan de consumo cotidiano.
Imagen actual (2011) del Palacio de Gobierno Municipal de Teopisca, Chiapas, México.


Otra perspectiva del Palacio de Gobierno Municipal de Teopisca, Chiapas, México
En contraste, las viejas y nuevas generaciones de políticos, que coincidentemente posaron para esta fotografía (17/dic/1994) y que han fungido como alcaldes municipales: de izquierda a derecha: Alberto Villafuerte Zúñiga (1977-1979), Jorge Bermúdez Alvarez (+) (1971-1973), Bertha Navarro Cancino (+), en representación póstuma de Juán Moreno Alvarez (1968-1970), también en representación póstuma, la señora de Enrique Molina Valdés (1980-1981), Manuel Zúñiga Coronel (+) (1945-1946, 1951-1952, 1965-1967), Cesar A. Valdés Bermúdez (1983-1985) y Ausencio Flores Monterrosa (1989-1991)


Parque central de la ciudad de Teopisca, Chiapas, México, que desde siempre, ha merecido antes que otra cosa, la atención meticulosa y presupuestal de todas las administraciones de los Gobiernos Municipales.

Hermosas y funcionales bancas, son el complemento perfecto de este bonito parque. Cuántos de nosotros no hemos ido a un parque y sentarnos en una banca a la sombra de un abedul, charlar tranquilamente con nuestra familia, nuestros amigos o enamorarnos de la pareja de nuestros sueños. El mosaico de Talabera utilizado en su construcción, fue traído de la ciudad de Atlixco, Puebla, México.
Otra perspectiva del Parque Central de la ciudad de Teopisca, Chiapas.



Iglesia de San Agustín.

Ubicada frente a la plaza principal de Teopisca. Se inició su construcción a finales del siglo XVI y se concluyó a principios del siglo XVII y su estilo es mudéjar. La Iglesia de San Agustín, cabe dentro del grupo de iglesias construidas con materiales permanentes, que sustituyeron a las estructuras del siglo XVI. Los detalles arquitectónicos son la punta sencilla de cajón y el diseño del remate un frontón truncado con un par de campanarios cuadrados acompañando a una espadaña con arcos que descansan sobre la porción horizontal del frontón.



Camino que conduce a la Cueva.- Precisamente en este lugar, podemos ver una hermosa panorámica que domina la Tierra Caliente.

Grutas de Teopisca, algunos la conocen con el nombre de Grutas del Obispo.- Sus estalactitas y estalagmitas se pueden admirar a plena luz del día, se localizan aproximadamente a dos kilómetros del centro de la ciudad, accesibles en cualquier época del año, se sugiere visitarlas a partir de las doce horas del día. Quedarás impresionado de esta belleza que la naturaleza nos ha regalado.


Entrada a la gruta, tiene una altura de aproximadamente 20 metros, es fácil de localizar.


Otra vista del interior de la gruta.


Monumentos históricos que datan de finales del siglo XIX. Se mantienen incólumes, un tanto deteriorados, pero con los epitafios originales como se puede apreciar en la siguiente imagen. Se localizan en el panteón municipal y se pueden visitar a cualquier hora del día o noche, los trescientos sesenta y cinco días del año.

Lápida con el epitafio original, en el que nos muestra el nombre del residente y la fecha de su partida. (puedes hacer clic en la imagen para verla con mayor detalle).


Vida silvestre a la orilla de esta hermosa laguna.
Tranquilidad absoluta, una realidad de ensueño, accesible para que la puedas disfrutar en todo tiempo, nos pertenece a todos, presérvala siempre limpia.

Como en algunas otras poblaciones, no podía faltar una hermosa laguna formada por los escurrimientos naturales de la época de lluvias. No siempre ha existido esta, se formó por la obstrucción del sumidero que funcionó allí  por muchos años.  Es otro invaluable regalo de los caprichos de la naturaleza. Se localiza a unos cuantos pasos del panteón municipal. La puedes visitar cuando tú quieras, y además pasar un hermoso día de campo junto a ella.



A este verde montículo, se le conoce como el "Cerro del Tecolote", o Piedra del Tecolote", que puedes apreciar en la cúspide; se localiza aproximadamente a un kilómetro del centro de la ciudad, a un lado del camino que conduce al panteón y a la Cueva. Conjuntamente con otro montículo que se encuentra más hacia el norte, denominado "Cerro Pelón", están llenos de leyendas, misterios y tradiciones que vale la pena no pasar inadvertidos. Cuando realices tu visita, definitivamente matarás cuatro pájaros de un solo tiro: 1) Cerro del Tecolote, 2) El Panteón, 3) La Laguna y 4) La Cueva. De paso y te da el tiempo, puedes subir al fascinante Cerro Pelón.


De las cosas que no quisiésemos ver y mucho menos que sucedan, esto es la contaminación de nuestro medio ambiente. Lo que en un tiempo fue nuestro orgullo, por el que corrían aguas ágiles y cristalinas, ahora son el reflejo de nuestra ignorancia y del poco amor hacia nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestra naturaleza.  Este pequeño río lo hemos convertido en nuestra vergüenza, en nuestro padecimiento, en nuestra carga de conciencia, siendo clara evidencia de nuestra falta de sentido común, de nuestra ignominia e irreverencia. Es nuestra responsabilidad el bienestar de nuestro planeta, si la madre tierra nos grita ¡escuchémosla!. 



Produce una inmensa tristeza
Pensar que la naturaleza habla
Mientras el género humano
No la escucha.- 
Víctor Hugo

La tierra ama nuestras pisadas
y ama nuestras manos.-
Joaquín Araujo

INVITACION:

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QUISIERA SER PARA TI